ABEJAS Y PUEBLOS INDÍGENAS
El interés social, ecológico y económico por abejas indígenas promueve el conocimiento sobre las abejas nativas brasileñas día a día. Deseamos, en esta fecha, recuerda las abejas y los pueblos indígenas brasileños. La literatura trae algunos registros fascinantes de las diferentes relaciones entre los diferentes pueblos y las diferentes abejas de nuestra tierra.. Estos preciosos seres de la naturaleza no pasaron desapercibidos para las personas que vivían aquí., todo lo contrario, las abejas fueron observadas y, en algunos casos, domesticado por algunas culturas. Desde los informes del sacerdote jesuita Fernão Cardim, en 1585, y el explorador portugués Gabriel Soares de Souza, en 1587, hay noticias de la biodiversidad de las abejas nativas y la abundancia de miel, como base para la alimentación de los pueblos indígenas en Brasil.
Lamentablemente, gran parte de los pueblos precolombinos que vivieron aquí fueron, junto con sus culturas y conocimientos, extinto. Todavía así, los registros disponibles nos permiten decir que muchos de estos pueblos comprendieron y celebraron la presencia de las abejas. A relaciones que se han desarrollado, por siglos, son mucho antes que proceso colonizador. Cada grupo étnico, de modo singular, incorporó abejas en sus experiencia: mitologías y espiritualidades vinculadas; culturas y el conocimiento fue constituido; técnicas de extracción de miel y otras prácticas desarrollado.
Es cierto que no son posibles generalizaciones al referirse a etnias indígenas, pero naturalistas y los científicos informan que, en diferentes culturas, las abejas estaban presentes en el alimentación, proporcionando miel y polen; en ropa, proporcionando ceras y resinas; en tratamientos medicinales; y tambien en rituales. mi. L. Holmberg (1887), por ejemplo, ingesta de miel reportada, larvas de samora y meliponina como parte de Hábitos alimenticios guaraníes. E incluso en grupos indígenas nómadas, sin tradición en el cultivo de la tierra, como el llamado guayaco y tapuins, la colección y el consumo de miel también fue una realidad.
mi, más allá de la comida, para Mucha gente, abejas y otros insectos sociales fueron, en tus mitologias, como alegorías de sus propias organizaciones como comunidad. Las descripciones por los profesores Camargo y Posey (1990) resaltar las habilidades del pueblo kaiapó, extraordinario Expertos en biología y ecología amazónica, en reconocer y clasificar 56 especies de abejas autóctonas.
Algunas especies de abejas han sido paulatinamente semidomesticados y acercados a la comunidad. Conocedores de importancia de la polinización para cultivos terrestres, el kaiapós tenía el práctica de cultivar plantas de miel para atraer abejas a sus culturas. Una de las habilidades más fascinantes reportadas es el dominio con el que los chamanes localizaron, la noche, las colonias, a través del sonido producido por batir las alas de las abejas, ventilando el nido. No eran suficientes oídos, Sérgio Buarque de Holanda refiere, todavía, los ojos perceptivos de varios de otras personas, que ubicó los nidos, siguiendo a las abejas en vuelo. De acuerdo con la estudioso, esta práctica era común a casi todos los pueblos originarios de nuestro continente.
Estos relatos históricos, en síntesis, revivir la percepción de que si la relación entre humanos y abejas es milenario, con los pueblos indígenas brasileños, eso no seria diferente, y oferta pistas de que, en el siglo 21, todavía sabemos muy poco sobre el historia y patrimonio cultural de personas que no solo conocen las abejas indígena, pero reconocen su importancia para la sostenibilidad de los paisajes natural y agrícola.
Víctor Eduardo G. Peruchi
Estudiante de Relaciones Internacionales - UnB / Abeja aprendiz de ONG o no ser
9 de agosto de 2020. Día Internacional de los Pueblos Indígenas
Embárcate en este viaje:
Holmberg, mi. L. (1887) Viaje a Misiones. Él era. Acad. No.. Precio. v. 10 p.252-288.
Holanda, Sergio B. (1957) Caminos y fronteras. Gorra. 3: Cera y miel. Ed. José Olympio, RJ.
Nogueira-Neto P. (1997) Vida y cría de abejas autóctonas sin aguijón. San Pablo, Nogueirapis.
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